Carlos Hakansson
Doctor en Derecho (Universidad de Navarra)
Profesor de Derecho Constitucional e Integración (Universidad de Piura)
Titular de la Cátedra Jean Monnet (Comisión Europea)
Una de las propuestas del Plan 32 de la Asociación Civil Transparencia para reformar el sistema electoral es la eliminación del llamado voto preferencial, en doctrina conocido como el voto por lista abierta, a diferencia del voto por lista cerrada. El primero proviene del mundo anglosajón mientras que el segundo es propio de los parlamentos europeos continentales. Curiosamente, sin bien es cierto que el voto preferencial parece más democrático que el voto con lista cerrada, por temor a la posible arbitrariedad de las cúpulas partidarias para colocar a los más cercanos o influyentes en los primeros lugares de la lista, lo cierto es que optar por la primera demanda una madurez política que todavía carecemos.
La instauración de la lista cerrada colabora en evitar una “sociedad de independientes”; por eso, si el candidato presidencial puede reservar sus mejores cuadros en los primeros lugares de la lista parlamentaria, habremos avanzado en la calidad del trabajo congresal, pues de lo que se trata es de renovar el perfil y calidad de la clase política.
Otra importante propuesta del Plan 32 en materia electoral es que las elecciones al ejecutivo y legislativo sean separadas y no coincidentes, es decir, que la elección de los congresistas se realice en la segunda vuelta, conocida como balotaje, entre los dos candidatos presidenciales más votados en la primera vuelta electoral. Una reforma que fomentará gobernabilidad y estabilidad política.
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POLIS 